Archivo mensual: octubre 2014

La tormenta acecha tras la nube de desalentada inconsciencia germinada y arrecia el barullo de la fiera, en cuanto  despeja la incierta sementera donde labramos el cieno y la cizalla. Se me enhebran los recuerdos tardíos a los nuevos, recientes, … Sigue leyendo →

A veces las palabras son balas que disparan, hieren, entran en la piel, desgarran lo que tocan se quedan con un trozo de alma desgajado de vida , o se nublan como el sol en ocaso. Palabras disparadas en forma … Sigue leyendo →

Florece la mesura en mi mente,  se regocija toda y el regalo me llega,  ansiado, hoy, casi sin aviso, tal que si no supiera que lo estaba esperando, como espera la siembra, la tierra floreciente. Festejaré que esta noche no … Sigue leyendo →

Germinaran flores y frutos generosos en la tierra regada con  lágrimas amargas, del dolor y el desamparo; nacerá yerba jugosa, en verdes prados, arados con el surco del vacío. Serán fértiles, los campos, antes baldíos y crecerán bosques, donde el … Sigue leyendo →

El portazo sonó como metralla. Reverberaban las paredes aún, Elisa, no pudo más que sentir alivio. Él, abandonaba el barco en el momento justo, cuando el poder se diluía en el reflujo de los escándalos y las mareas de corruptelas … Sigue leyendo →

 Voy a atar con lazo de seda a esta luna que ilumina las noches de mi alma,  asiste, ciega,  en sigilo, desde arriba al discurrir silencioso veredas cerradas. Luna que calla, cuando nadie pregunta en un sosiego pleno de cómplice … Sigue leyendo →

El miedo ata, anuda como soga, anula el sentimiento ampara los peor de cada casa y deja desvalidos, en espera a los que no se guarecen de sus garras. El miedo mata, ataca, en la sombra, amplia el cerco, rodea … Sigue leyendo →

  ¿La pregunta incomoda me hace cambiar de posición, cómo si no supiera que no puedo decir más que lo que digo?: ¿Dónde estuviste ayer Mariana? Como si no supiera la respuesta, que le voy a mentir, como siempre: “por … Sigue leyendo →

Tú no sabes cómo se me queda el alma cuando recojo el volante de mi falda, y me apaciguo en el silencio de la noche; me quedo quieta, escondida, allá en mi casa donde nadie me ve, ni  contempla la … Sigue leyendo →

Si de mí dependiera,  labraría la tierra con mis manos, araría con el yunque de mis brazos y sembraría simiente con tu nombre. Si de mí dependiera, nadie, por tiempo que pasara, te olvidara; te llevaría en el pecho, por … Sigue leyendo →