Voy a atar con lazo de seda a esta luna
que ilumina las noches de mi alma,
asiste, ciega, en sigilo, desde arriba
al discurrir silencioso veredas cerradas.
Luna que calla, cuando nadie pregunta
en un sosiego pleno de cómplice confianza,
con el alma, más que encendida, torturada
y que ella contempla, en la calma.
La dejaré prendida en mi ventana
por días, horas y canciones,
a esta luna tortuosa y bella
que complacida, arropa a las estrellas.
Dibujaré el contorno de mi espalda
con la luz fulgente de la noche
que desprende su lado más oscuro,
con el brillo de su haz dentro del cielo
y tejeré con mis manos el lazo
con que ataré su rastro a mi camino.
Ella, compañera de soledades hueras,
amiga del camino recorrido,
que luce por despecho, siempre el sueño
de poseerla; y nunca pertenece
a quien, paciente, la mira con cariño.
Santander 25-10-14. 22,26. 279 días sin ti pero contigo.