Te hicieron un retrato,
y te tengo aquí cerca,
conmigo, en el silencio.
Observo hoy tus ojos y te veo en ellos,
veo tus labios cerrados en un gesto
de leve y dulce sonrisa, como si condescendieras
de una profunda sima y nos contaras,
como te va allá, por donde ahora transitas.
Acecho esos ojos, que me miran sonriendo,
contemplando el afán de mirar en pequeño
cuando tú vuelas alto, arriba, con aleteo
de tiempo, y pensamiento
de estar sobre nosotros, sin dejarnos siquiera,
apenas un momento, de cuidarnos,
como se cuida a los pequeños,
con respeto y esmero de que no hagamos mal
lo que depara el viento,
aquí, en el terreno donde queda el cieno,
y la vida se torna lúgubre,
a veces, un infierno.
Me miras desde lejos,
atisbas mis cautelas,
mis tiempos, mis esperas,
mis penas y mis pensamientos,
ahora, que ya ves, lo que siento por dentro.
Sabes que el amor, no lo mata el silencio,
ni las palabras no dichas, ni el tedio,
los escarcha, los nutre, y los vuelve eternos.
Santander -5-12-14, 16,05. 321 días sin ti, pero contigo.