Se abronca el alma al paso de las nubes
que ansían la tormenta
y se escarchan los cristales
con la bruma de un tibio despertar.
Se enturbian los recuerdos
al paso de las horas,
dejando poso de emociones baldías,
llegando al culmen los dolores de antaño
y abren las heridas, al paso de la nada,
como entonces, como ahora, como siempre,
que el recuerdo me traiga
tu cara, tu sonrisa y tu memoria ciega.
Hay días que lacera el miedo
se resquebraja la mortaja que labré
para cubrir el llanto, dejar la puerta abierta
al paso lento del olvido,
mientras se me encela la mirada
y te digo: que nada cubrirá tu marcha y mi pesar.
Santander-30-11-14. 14,28. 314 días sin ti, pero contigo.
Animo maría
Buena idea. Lo de la novena, digo.