A veces, como ahora,
me acerco demasiado a tu memoria,
se me rebela el cuerpo, ante la ausencia
y tu voz resuena en el silencio de mi casa.
La mirada estalla de cariño
y las paredes se tornan cárcel encelada,
porque los recuerdos está aprisionados
en la oscura celda de la nada;
aprietan, ahogan, desesperan,
sin medicina que calme la añoranza.
A veces, como ahora,
una nube de tristeza me alcanza
me cubre de una escarcha, toda entera,
y me deja la memoria cuarteada,
el cuerpo ahíto, cansada la voz
de pronunciar tu nombre,
mientras con lento paso se transita
mi corazón, en pos de la huella de tu vida.
Y tu risa, estalla, como estrella contrariada,
entre mis nublados recuerdos,
y me aplaca.
Te acercas, sigiloso, muy callado,
acaricias mi pelo, por la espalda,
recordándome que dentro late
un corazón que es tuyo
y mía tu morada.
Santander- 5-12-14, 20,17. 319 días sin ti, pero contigo.
gracias, ¿has visto el cuadro?. Me lo mandan pronto, teneis que venir a verle. Está tan guapo…
sí, Cristina, es mio, y está a disposición de los que os guste. Un beso y gracias.