Quisiera que al mirarte en el espejo
vieras el rostro de un naufragio abandonado
a la suerte precisa y al desaire
que ampara a los que viven en precario
y socaban su confianza cada noche.
Quisiera que vieras unos ojos
crepitar de angustia, en ese espejo,
que cada vez que tu sonrisa se cuajara
contemplaras la mueca precisa del espanto
que tuerce unos labios que ni gritan
porque se quedaron sin amparo y en quebranto.
Quisiera que contemplaras a esos niños
que duermen bajo el manto de una estrella
sin más manta que un cielo encapotado
y su frágil suerte que se encierra
en el puño que blande la miseria.
Quisiera que mendigaras un trabajo,
que perdieras el tiempo suplicando
que perdieras la dignidad cuando
se acaba el dinero de esa hucha
que guardaron, para cuando llegaran
a la casa, malos tiempos.
Y cuando en ese espejo reflejara
la mueca del espanto
que vieras tú cara indiferente
cuajada de egoísmo sin torcer
ni el gesto ni el corazón , en desvarío.
Y atormentarte con tu inercia
con esa desazón que te impele
a no sentir, a vivir de espaldas
a no quebrantar el alma
con nada que no salga de tu vientre.
Santander-27-6-2016.19,31.
A los que viven en soledad su egoísmo. A los malditos que nada ni nadie les importa. Que el encierro de su infierno les sea eterno.