Esa sombra de dolor, es alargada,
usurpa el tranquilo devenir de estos días,
se yergue, como figura dilatada
y nubla los amables despertares
que no ha mucho, seguían en mi vida.
Esa nube de recuerdos que me tapa
la sonrisa y el sol de estas mañanas,
se levanta, se encrespa y alecciona
sobre mi cabeza y la desdobla
en el viejo dolor, que así renace,
y la tibia sensación, de que tu marcha,
no se cubre con nada, ni se pasa.
Estos días en que el dolor arrecia,
mechado de recuerdos y de pasos
que quebrada, recorrí sin fuelle,
en pos de tu figura, por tu calle.
Estos días, con todo, me dejan exahusta
anquilosada, quebrada, muerta, calcinada,
del dolor de recordarte y sentir
que te fuiste y el hueco nunca
lo puede llenar nada.
Santander-27-8-15. 11,57. 583 días sin ti, pero contigo
Cierto…