Diré, que un manto me cubría el desnudo
y me aplanó las penas de soñar bien despierta
-como rocío escarchado, se me quiebra la frente-
al comprobar de noche, que la sombra está ausente
y una nube de soledad invade
el lecho que hasta hace poco
era alegría y rebozo de sudores y ensalmos.
Alegrías altivas que fenecen y vuelven
en forma de unos sueños, como gubias ardientes,
tal que mechas de un pábilo incandescente…
Amores que perdieron el fuego en la costumbre,
en la feria perenne de vanidades fieras
y luego se diluyen entre sombras de acero.
De quien fueron los pasos
que en el rellano suenan…
cuando ,oscuros, se quiebran los perdidos recatos
y se hacen olas las pasiones infames
que luego apagamos…yo en mi casa,
tú, envuelto y perdido, entre los sueños
en que yo te diseño.
Se torna ya noche, se aviva ya la falla,
entorno la ventana, acicalo el visillo
y recojo la ropa, esperando tu vuelta
mientras, con ansia, sorteo
los celos o la muerte.
María Toca
Santander-10-12-2020. 18,01