Que me cuesta quererte…que el amor es pesado
que me duelen los pulsos de tanto amarte,
que sin ti yo no vivo,
que no tengo bastante
con mi vida y mi suerte
si tú no estás conmigo…
Que me duermo en tus brazos
que si no, yo no duermo
y no tengo bastante con tu boca y tus besos
y por eso, se me ata la mente
a la tuya, por siempre.
Y así nos dejaron, estrechas, contritas,
sin más horizonte que un amor ausente
con la espera renuente
al príncipe, encantado…
siempre de conocerse.
Eso nos lo contaron, nos hicieron creerlo
que el amor alimenta
y el beso daba aliento,
o que el amor dolía
porque cuanto tú más sufrías
él amor se crecía.
El premio era infinito
la secuela, constante,
la falacia se grabada… a fuego
en nuestra frente.
Mientras largas cadenas
a horcajadas ponían
en el cuello, mientras taimados sellaban
con su sello la carne.
Hasta el grito, o la voz apagada
se levanta y se mueve
para romper barreras,
y estrechar las colmenas
donde presas, nos tienen.
María Toca
Santander-7-12-2020, 18,43