Cuando acaba el día.

Acabado el día, pliego el escritorio,

releo las cosas que quedan pendientes

y torno los ojos hacia la ventana

donde encuentro, inmutable,

la misma bahía, la misma raigambre,

la misma armonía de todas las tardes.

Acabado el día, otro en que no hay preces

ni batallas, ni fuertes contiendas,

tan solo la calma, las sienes contritas

y lento se siente, un sopor que a ultranza

me deja en remanso envuelta en un velo

de dulce esperanza.

Al plegar la tarde se asoma la luna

con cierta vergüenza, como si quisiera

quedarse dormida entre las montañas

que me parapetan, protegen y dulces

se tornan tan negras.

Me esperan los sueños y mi tibia cama,

la noche encerrada, los besos ausentes

mientras que de lejos, nos ladran los perros,

como cada tarde, como cada incierto ,

lugar de mi encierro.

Entorno en silencio las contraventanas

no sea que unos ojos silentes y vacuos

me lleven el alma, me roben la sombra

y luego se tornen al campo a sembrarla.

Acabado el día, me torno pequeña,

me quedo en silencio…

porque todo calla, todo está en calma.

Cuando acaba el día

se torna la vida ,  volteo la muerte

María Toca Cañedo©

Santander-24-03-2024. 21,00

Acerca de Maria

Escritora María Toca: 1ºPremio Ateneo de Onda Novela, 2016: Son Celosos los Dioses 2ºPremio de Relato Ateneo de Fraga: El Paseador, 2014 Finalista Premio Internacional de Relato Hemingway, 2013 Finalista de varios premios más de relato. Poeta Articulista/Coordinadora/ Fundadora de LA PAJARERA MAGAZINE. Obra publicada: Novela: El Viaje a los Cien Universos Son Celosos los Dioses Relatos coral: Vidas que Cuentan Desmemoriados. Poesía: Contingencias
Esta entrada fue publicada en poema y etiquetada , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.