A veces amanece y me siento perdida
en la maraña de unos sueños sutiles
que se cruzan y callan
ante la luz del día.
Me estremece el detalle
de cruzar la frontera
donde se encuentra el mundo
cuando enhebro el recuerdo
del pasado cercano
que nubla la memoria.
Me estremecen las sombras
que se agitan y mueven
los vanos sentimientos
en que calla la muerte
y se crispa el pecado
de sentir, de hablar
con todos los que no pueden
ver lo que yo veo
y oír los detalles
que claman a lo lejos
por salir de la sombra
donde siempre lo mece
mi ruego y la memoria.
Suesa 6-9-14. 22,26. 230 días sin ti.