A veces el miedo se guarda
y el dolor se agrieta por sombras de nada
entonces los ojos se vuelven
eterna mirada
donde todo fluye
donde nada se apaga.
Otras grita, ciego, aturde de ruido,
el dolor se escapa, se inserta en la carne,
lacera, la llena de yagas.
Me escapo, me arruino, me yergo,
me caigo, me quedo parada,
mirando mi cama.
El miedo se escapa,
llega la certeza que todo se acaba,
vuelve el recuerdo, se abraza a mi almohada,
entonces el fuego devora mi carne,
sale por mis ojos
lava derramada.
El sueño, a veces, se apiada
de esta pobre alma,
alma torturada.
Me mece, me engaña, me abraza y me calma,
dejándome en una suave cadencia de nada,
tal como si todo fuera pesadilla
que aflora en la madrugada.
Santander 25-1-2014, 7 días sin él
Me deja helada que el dolor sea capaz de crear. Tan bellas palabras y mira que hay ya muy pocas cosas que lo consigan,siento mucho tu perdida y no imagino dolor mayor ,pese a conocer a demasiadas personas que han sufrido la misma perdida no puedo ponerme en vuestro lugar ,solo soy capaz de, en silencio rezar . Un abrazo Maria
<3