Las voces se escuchan a lo lejos,
se difuminan los tonos de las tibias palabras
dejando el reguero de un recuerdo perdido
de cuando el tiempo era dulce y se mecía en el viento
los recuerdos de un pasado
en que, al caer, las hojas, se mecían
los momentos tan níveos.
Hoy ha vuelto el otoño,
la lluvia ha caído como lagrimas hueras
aquí, tras de mi ventana
se olvida el estío
que pasó hace nada.
Se desliza la vida,
se torna en pasado
los momentos vividos,
apenas olvidados
y hoy, como mañana,
mi lecho está vacío,
reposando en la calma,
pero nunca el olvido.
Santander-4-10-14, 22,16. 258 días sin ti pero contigo.