Ando saboreando la derrota
de vivir, al borde del camino,
entre riscos, celada con resabios
de otras vidas, o de otros estertores.
Andar a paso lento, o bien ligero,
entre barrotes y luchas enconadas,
…pocas victorias, estás bien en lo cierto,
teniendo casi siempre la vida,
mechada de derrotas.
Quizá ya me acostumbré al acíbar
sabor de besos largos,
esos que se dan cuando te marchas
o te reciben al paso del caballo.
De abrazos fui sobrada,
el sexo y andamiajes, me sobraron
algunos, con buril bien afilado
hubiera querido esculpir la vida,
con recambio.
Hago recuento,
ahora que apenas queda nada
y no me salen las cuentas, te lo digo;
quisiera repetir curso. Volver mañana
a empezar a vivir
y encontrarme cada madrugada
desnuda frente al mundo
y mirar cara a cara al destino
sabiendo esculpir bien el futuro.
María Toca Cañedo©