Tarde, quiero partir muy tarde
cuando se hayan apurado los besos que me tocan
y los abrazos dulces, que todo lo perdonan;
se me cansen los pies de caminar descalza
y bañarme en las olas de mi mar de esperanza.
Quiero partir cuando esta función acabe
y mis ojos se sacien de contemplar belleza,
y los dedos se agoten de contar nimiedades
y mi voz no se exalte, ante historias banales
casi siempre, perversas .
Tarde, cuando el cuerpo me falle,
las piernas no me lleven, se me doblen enjutas
y la mente se apague.
Ni un minuto después
-también quiero decirlo-
ni un segundo sin lucidez ni empuje.
Porque morir no duele, apenas si te enteras
pero vivir, a veces, se hace muy cuesta arriba.
- María Toca
Santander-5-06-2021