Si miro lejos, a lo mejor te veo,
en cambio, cuando la vista se me enreda
entre cantos rodados del camino
y turgentes sementeras,
lo importante, lo grave, lo vital,
espera.
Cuando contemplo el paisaje pinturero
ese que se me asoma, por la ventana, a veces
se me quedan los ojos en descuido pleno,
las mientes, se amohínan
tornándose el tiempo en cementerio.
Si pudiera extender la vista, lejos,
tanto que se volara por entre las montañas
haciendo el alma umbría volandera
y la boca saboreara el fuego…
Si pudiera estar y no estar tendida
en esa agua salina que me espera,
ten por cuenta, amiga, compañera,
que haría morada con la espera.
Volar alto, encima de montañas,
cabalgar entre nubes, solapar corrientes
como el barquito que torna a muelle incierto;
si pudiera ser y no ser,
cualquier rastrojo escogería
con tal de recorrerte toda
y luego ya, tranquila, en paz
en brazos de la muerte
caería.
María Toca Cañedo©
Santander-18-09-2023. 17,11