Viajero que caminas por sendero de estepa,
que conoces el hambre, la sed,
el calor y el frío de la sierra;
viajero, que andas con paso lento
por los caminos viejos
de trocha y vertedero.
Viajero, el sol te da en la cara
y el viento agita y mueve con esmero
tu sombra en torno al día,
cuando nada es eterno, todo brilla
y la sonrisa se tuerce,
al vuelo lento, de una procaz milana
que desde lo alto,
contempla tu caminar pastueño.
Viajero, que pasas horas caminando
por senderos de gloria,
o por escuetas trochas
que no llevan a sitio, ni a deshora.
Viajero, te nubla la noche con tu sombra
ensimismada, detrás de la maraña que la azota.
Viajero, calma tu sed,
y mira el lento fluir de la gaviota;
contempla el mundo,
desde la cantina del infierno.
Viajero, deja aquí los enseres,
no te canses, que para volar alto
hay que ir ligero, sin equipaje y sin sombrero.
Santander 29-6-15. 18,48. 525 días sin ti pero contigo.