Hemos sido vecinas de una puerta cerrada
en alguna medida, en alguna jornada,
el semblante anublado, los puños levantados
…en guardia, tal que si te atacaran
las furias desatadas.
Hemos tocado techo, hemos saltado enjambres
de abejas excitadas
contemplado fealdades y cruzado mil calles
que amparaban mendigos,
que arrojaban las heces
frente aquella ventana
donde tú te asomabas.
Hemos andado a saltos
sorteando los mares
que eran simples océanos
donde el sol se ocultaba
perdido en la maraña
de las aguas fecales.
Caminado por vías de ciudades soñadas,
o de rutas sin calles que a nada conducían
porque no hay mejor senda
que las que se recorren
sin buscar ni la meta, ni seguir en sus mapas.
María Toca©
Santander 20-01-2023. 12,16.