Son celosos los dioses
si contemplan el tiempo
discurrir ente trochas
de bonitos colores.
Los dioses, son celosos
cuando ven una llama
que, encendida, se prende
en un pecho soñado.
Tienen envidia y plañen
si contemplan, en los ojos,,
de los simples mortales
habitados por luces
de pasión incontable.
Son celosos los dioses
si sorprenden amando
a un mortal tan pequeño
en el que no conciben
ni pasiones, ni sueños.
Por eso, lo aniquilan,
por miedo o por celos,
y se quedan mirando
como debaten sombras,
el mortal y los dioses.
Santander- 28-5-2016. 18,50