¿Hay algo más bello que hacer de lo sencillo
un párrafo hermoso o poesía?
Dejar los oropeles, los estigmas,
oximorones y adjetivos para luego
y construir algo sutil, ligero, tal que aire
con palabras arrojadas al viento
como quien hace costura en la tela.
Contar la vida, verla pasar a contrapeso
del olvido, plasmar su compleja ilusión
sin impedimento, con la sencilla
palabra que hace asequible el verso
y difumina la prosa como soplo divino
bien difuso.
Nada hay más bello que labrar,
con mano orfebre la palabra
como quien esculpe en arcilla,
un ángel o demonio, mientras ríe
y cree que el mundo anda detenido
en el mismo instante en que el texto
toma vuelo y se convierte en leído.
María Toca Cañedo.
Santander 11-07-2023. 17,15.