Disturbios me llevan hacia un remolino
de flechas perdidas, de luces y sombras,
donde hallo acomodo y pierdo el sentido
de lo que es cierto, lo que es verdadero.
Sonrisas perdidas en un laberinto
de verdades huecas, por dichas, manidas,
se deshacen como hojas, en aire fundidas.
Las grandes palabras, las otras ideas,
los conceptos vanos, los verbos inflados,
me dejan inane, sin fuerza, sin gana
de seguir en ello, y como un globo
emprendo la huida, hacia otras calles,
otras cimitarras, que sean sencillas,
que caminen por sendas, trilladas,
de tamaño humano, sin gloria, sin humo
y así, caminando por senda preñada
de luces y sombras, me quedo tranquila
en luchas veraces y muy conocidas.
Santander 26-6-15. 18,11. 521 días sin ti pero contigo.