Banderas (dedicado al pueblo hermano griego)

Hay banderas que son trapos oscuros

que nada representan, intereses cerrados

que gritan el oprobio por muchos conjugado.

Esas, hoy, no me representan.

Hay banderas, que ocultan plúmbeas intenciones;

entre sus pliegues, anuncian

cadenas y temores difusos;

mientras las mueve el viento

suman garras, o gritos que desvanecen

el tiempo y son meras enseñas,

o lienzos de mentira, guerra o contratiempo.

Esas, tampoco, me representan.

En cambio hay banderas

que cuando las mueve el viento,

ondean esperanza, aires nuevos,

contemplan el paisaje, con ojos renovados

y en si mismas atraen, el sueño

de unos cuantos, las buenas intenciones,

la lucha y el decoro.

Esas, son mis banderas.

Las que llevan en si una lucha concisa,

tendida de igualdad, de gente más feliz,

de alegría, de honor, nunca de sangre y lágrimas,

ni de conquistas hueras, que no sea la libertad,

la bandera más fuerte.

Ligeras, enhiestas, las porta el pueblo llano,

ese que toma siempre, el tiempo en la mano,

para subir peldaños hacia arriba

y sentir, como suyo, las luchas de hermanos,

Esas banderas, sí, ahora, luego, siempre,

esas, son mis banderas.

Santander-28-6-15. 18,41. 524 días sin ti pero contigo.