Se escribe mejor poesía cuando el alma marcha accidentada,
contrita, perenne en el accidente prófugo de vida.
Se baja a las cloacas y se revisten de belleza
envuelta en vida salteada…con ortigas
y blancos lirios que envuelven la contienda.
Se escribe la vida desde dentro
cuando la sed ha sido calmada por la fuente
y la vida se escapa entre los dedos
próximo el fin de la batalla, allende comenzada.
Temblando, mientras el corazón se ralentiza
porque siente que ya vivió bastante
y el pensamiento yace enjalbegado entre recuerdos.
Poesía, con cuerpo, resistente, concentrada
y no la difusa, evanescente de aquella juventud obnubilada.
Se escriben mejor largos poemas
cuando hay esquirlas en los dedos,
está mellada la garganta del ahogar gritos
y desmanes, que a fuerza de vivirlos
se hicieron ya costumbre, ancestrales.
Se escribe con sangre, vieja, oscura
de vivencia y solitaria complacencia
en nostalgias, compañera de las antiguas
y contritas tristuras del alma envejecida,
cansada de subir tantos peldaños de la vida.
María Toca
Santander- 30-01-2018. 12,58