Remontaremos vuelo,
aunque pesen las alas
y volaremos alto,
aunque el edén se quiebre
en mil nubes de humo.
Subiremos a un cielo
que resulte diáfano
con sus nubes de incienso
y colores de invierno.
Volaremos, con tino,
subiremos bien alto,
con las alas quebradas,
con suspiros de duda
pero prestas, en bandas.
Regaremos con luces
el silencio caído
y mil voces sin miedo
levantarán su grito.
Porque en cada fracaso
se nos crecen los flancos;
cada nueva derrota
se nos infla en el pecho
un grito que desgarra
el silencio medroso
de quien no ve ni entiende
que somos muchas
y ninguna callada.
Santander- 6-3-2016, 20,06. Homenaje en el día de la mujer trabajadora.