Siempre parecen pocas las sonrisas
que presta el azar a la confianza;
las miradas concisas,
sonrisas vanas
dejadas al descubierto y sin prestancia,
nos llevan, sin descanso, con paso largo
a la codicia de acumular más emociones.
Parecen pocas, en fin, las sensaciones
que nos inclinan a trastocar la antorcha
que fluctúa por todas las razones
de la dicha, del canto, del amor a ciegas,
y nos conduce, apenas sin dar cuenta
al camino del tibio desencanto.
Si ayer, sufrí, hoy miro la ventana
de mi celda, de amor, bien apresada,
que eleva, con audacia el canto
a un cielo, donde la sonrisa sobresale
y se desangra, el compromiso
de no ceder mañana,
al desvalido e incierto desengaño.
Santander 16-11-14. 22,17- 300 días sin ti pero contigo.
Precioso! !!!