Pasan los días, discurren lentamente,
cabalgan por el tiempo, con lánguido presente
dejando un poso de légamo de lodo,
de risa, de olor a vino añejo,
mientras, surcamos los escuetos lugares,
que prometen futuro
en un lecho de estrellas
y la noche, se aviene lentamente,
ataviada de un hielo ardiente
y cálida mirada.
Van cayendo las horas,
con su pereza, lánguidas, se sienten,
a veces, como losas,
otras marchan deprisa,
sin dejar huella, ni macula lanceolada
y discurre el día, como agua de la fuente,
hacia mares profundos
que horadan el destino,
dejando rastros de sombras
y de luces ardientes.
Caminamos en círculo
hacia ninguna parte,
mirando a las estrellas,
por si tienen respuestas
Santander. 17-11-14. 19,07- 301 días sin ti, pero contigo.
Un abrazo. Estaré en la próxima. Cuenta con ello. Disfruta.