Se nos ríen, los recuerdos, agazapados,
se nos ríen, escondidos entre cuadros apagados
que retozan en medio de la sala
allí, donde residen, tan callados.
Salen, cual fantasmas, a veces enlodados
al apagarse el pabilo de vela
que mantiene la lucidez hecha pedazos…
Y se ríen…de nosotras. A ratos…
cuando nadie los ve se enseñorean
de la casa en que habitamos,
silenciosos, escondidos y en retozo,
cuando nadie los llama. Se hacen fuertes
y nos dejan el patio ensimismado
de espectros curtidos en desánimo.
Los recuerdos, bailan al retortero
de los días, cuando menos se espera
nos asaltan, llegan cabalgando
con el viento de cara, reconquistan
los lugares que tanto costó apaciguarlos.
Los encierro con goznes en armarios…
aún así, los recuerdos, son renuentes,
se deslizan como aceite y salen de la guarida
cuando menos estamos esperando.
Los recuerdos, esos seres tan crueles
que a veces se escapan del armario…
María Toca
Santander-19-12-2018. 13,31.