Convertirme en caricia impulsada por viento
que camine despacio por tu piel y tu pelo
revolotee apenas por tu cara y dejando muy quedo
tal que beso de sombra, un saludo en tu frente,
apenas sin aspaviento.
En polvo de camino, o en tierra de secano,
hoy quisiera, convertirme en tu mano
la que yergue el yunque y se levanta fiera
haciendo muescas contra las soledades…
También quiero ser yerba que acompañe a tu cuerpo
cuando, despacio, se aposenta en el prado
que cultivamos juntos, allí, donde andábamos
cuando yo era carne y tú solo eras sueño.
Irme y volver despacio, convertida en suspiro,
en sombra, o en cimiento de vida
y quedarme como polvo pequeño
cerca, muy cerca de tu casa y la mía.
Desintegrarme y ser partícula de miedo
luz guiando tus ojos y el soplo que te ruegue
el olvido y la magia de saberte lejano,
vivo, entero y con suerte.
María Toca
Santander-21-12-2018. 18,07.