¿Desidia o calma?
se podría decir que unas olas oscuras
se mueven en la orilla
y mecen las esquinas
del lago, con aguas estancadas,
que desprenden la calma
de una vana esperanza,
moviendo el limo y la ultranza
de añorantes mares, ocultos
tras las lomas de la tarde, apaciguada.
¿Añoranza, o sutil la nostalgia?
de un tiempo, en que todos
caminábamos por amplios miradores,
adelante, en sosiego,
silentes, cercenando el futuro
en aras, de una vana esperanza
que mostraba, a veces, unos dientes
y unas fauces profundas,
que amparaba, las vanas tempestades
con suspiros de amor, arracimadas.
¿Cansancio? a veces, incluso,
la pereza cansina, que inundaba
las tardes de fatigada prudencia,
cuando el manto de tibia luz, se me apagaba,
envuelta en el sutil abrazo
de nostalgia encelada.
Y nos deja, mirando al frente,
en el espejo, un hueco,
que es la nada
Somo-25-5-15, 17,10. 460 días sin ti pero co