Las noches de estrellas florecidas
se nublan, por el agua acristalada
que impide ver, porque se cuaja
de lágrimas, los ojos, que la miran
y no dejan ver la luz del día,
cuando se marcha la noche, preparada.
Hay días que se me olvida el llanto,
otros que se derrama sin descanso,
por cualquier suceso, nota o pormenor
que no dicen apenas, nada del dolor
de perder, de sentir una ausencia
cuando la marcha se fraguó hace nada.
Las noches dejan poso en el alma,
fraguan el acero de la duda,
mientras los sueños cimbrean las heridas,
los recuerdos nublan las esquinas
y la paz se escapa, sin medirla
por ninguna parcela triturada.
Santander-25-11-14. 20,02. 309 días sin ti, pero contigo.