Como surgen las cosas más pequeñas
de forma indefinida, inconstante,
se quiebra el destino, se hace carne,
el dolor, la desidia que fue amarte.
Me pienso, solo a veces, el recuerdo
de aquellas noches tristes
cuando la piel la rodeaba la costumbre
y jamás pude, en mi lecho, encontrarte.
Por eso te archivé, rauda, sin dilación
en el anaquel de la costumbre
junto a otros capítulos,
relegables de más gente.
Luego te olvidé. Hoy resurges,
como poso mellado de la sombra;
me invade una cierta nostalgia
en la memoria, por eso, solo por eso,
te nombro, luego te desecho
por haber sido, tú,
tan poco importante.
Santander-6-12-2016. 12,39.