Leí en una hoja perdida
que apenas somos ilusión de un cerebro
que concibe los mundos, como está programado.
Nada, tangible, humo, apenas somos nada,
quizá sea por eso, que la niebla nos cubre
y las ganas se marchan,
cuando el sol se dispersa
y la cortina descorre la realidad rasgada.
Porque no somos nada,
la mera fantasía que se mezcla
a redoble de un birlibirloque;
humo, nubes dispersas
que caminan despacio
y se pierden al paso de un tiempo
que no nos pertenece.
Ilusión, niebla, emanación sutil
de los cuerpos celestes.
Apenas un suspiro, un susurro perdido
del viento que nos mece
una hoja extraviada,
en la que no escribe nadie.
María Toca Cañedo©
Santander- 22-07-2022, 13,28.