Sumergida en penumbras
mecida por sombras conocidas,
asombrada, de haberme salido del camino;
hoy, mantuve un dialogo encendido
con personajes nacidos
al amparo de quimeras
y surgidos del viento inabarcable
de utopías soterradas
en tardes macilentas y estrelladas.
En el rincón oscuro, familiar,
dentro de mi morada. En silencio,
con la tranquilidad bien encontrada,
escuche, lo que al oído,
en susurros tenues
me contaban las voces y el sentido
de saber que todos eran,
actores conocidos.
Una tarde feliz, una sonrisa
que tendió el destino
en mi deambular por las esquinas
trenzadas de nostalgias y avatares.
Hoy me susurró Dios una plegaria
la que hace a los vivos
dentro de su guarida.
Hoy, escuché recogida en mi rincón
la duda que yace en labios ateridos
por la calma y la razón
bien cultivada.
Hoy me sumergí en la esperanza.
Santander-9-9-2016. 21,51=9