Ahora que las nubes se levantan
y se muestra el paisaje sobre el mar,
ahora que el cielo se vuelve nítido,
ahora, justo es el momento de salir.
Salir del agujero que labré
con desatinos que pusieron a cubierto
el mal, la pena, el descalabro
y paliaron, en parte, aquella historia
convirtiendo en cárcel el vivir.
Se desvela el tiempo de cerezas
puede que vuelva, incluso, a sentir
algo ajeno al miedo, que me abraza
cada noche, al tornar sola a mi casa.
Por eso, al levantarse aquella niebla
entendí que los barrotes que protegen
pueden atenazar la libertad.
Santander-15-8-2016.1,26