Heridas viejas

Puñales que rompen la piel

como caricia ciega, envenenada,

socaban con acierto

la somera confianza que me prestó

el tiempo, cosiendo con hilo fino

las sutiles costuras de las viejas heridas

que soslayo.

Filos seguros, acerados,

que rozan como besos

la nostalgia arrebatada

que tanto le costó al tiempo

suturarla.

En esos oquedales remotos

donde se hallan las sombras convexas

bien atadas. Entre el cieno del dolor

y la nostalgia arrebatada,

allí, justo, en esa informe zona

donde se hiere. Allí, llega el filo

y se hace fuerte.

Al hacerlo,  liberan las arduas cicatrices

de su dueño,

que solapadas durante mucho tiempo

 duermen el tibio sueño

del olvido.

Y se crecen, por la duda

de ser, antes que nada, víctima inocente

y no, fiera banalmente condenada.

Filos que rajan

la carne macerada

a golpe de dolor

consiguiendo, paso a paso

horadar

y llegar hasta con paso firme

al alma escarmentada.

María Toca

Santander-11-03-2018. 11,43

Acerca de Maria

Escritora María Toca: 1ºPremio Ateneo de Onda Novela, 2016: Son Celosos los Dioses 2ºPremio de Relato Ateneo de Fraga: El Paseador, 2014 Finalista Premio Internacional de Relato Hemingway, 2013 Finalista de varios premios más de relato. Poeta Articulista/Coordinadora/ Fundadora de LA PAJARERA MAGAZINE. Obra publicada: Novela: El Viaje a los Cien Universos Son Celosos los Dioses Relatos coral: Vidas que Cuentan Desmemoriados. Poesía: Contingencias
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