Hay una mezcla de rabia y de dolor
entretelada de ira contenida…
Hoy, mañana, quizá también pasado
me encuentre en la misma tesitura
de un enojo que me traspasa la conciencia.
Que grito daremos que se escuche,
qué fuerza tendrán que hacer las manos
de tantas como bregamos con la culpa
de unos pocos que labran los destinos
de los nadie, de esos que sobran
y no encuentran más cobijo
que una mar brava que los funde
con la aquiescencia del poder.
¡Qué inacción me ahoga!
que grito se me anuda en la garganta
cuando veo mercenarios de la muerte
empeñados en que son algo mejor
que los que nadan a contracorriente de la historia.
Nacieron en mal sitio, eso nos dicen,
nos vienen a invadir nuestra nación,
mil peligros acechan si se llegan,
a nuestras costas. Mas yo solo veo
gente común, niños con hambre,
mujeres solas, hombres desesperados.
Como yo. Como tú…casi como ellos.
No tengo voz para levantar
ni pulso en mi mano que empuñar…
me queda solo la palabra,
esta, que escribo, y la desolación
de saberme inane a la injusticia
incapaz de navegar en la ilusión
de conocer un mundo justo y limpio
donde cotice la justicia
y las lágrimas de un niño
sean una excepción.
M. Toca
Santander- 13-08-2016. 17,12