Una fecha,
una hoja blanca,
un vacío,
un lugar común,
compartido en silencio,
con la nada restringida
a un dolor que corroe,
estiba el alma, hasta ahogarla.
Aunque no se quiera, aunque se huya,
como se afana una, en pos de la esperanza.
Una fecha,
apenas una nota,
que avisa, con voz plana el calendario.
Una fecha, sin voz,
una hoja blanca, silente, mesurada,
que se la llevó, como hojarasca,
el viento, por la angosta vereda,
donde hacíamos hogar
y reposaba el alma, tan cansada.
Ese hueco, el vacío,
el dolor que lacera,
es solo una fecha,
un recuerdo banal,
apenas unas palabras
que cuentan una historia.
Son solo voces, son las fechas,
el hueco de la vida, que dejaste
al marchar, por el amplio camino de la nada.
La memoria que acompaña
las sombras y las horas solitarias.
Santander 11-9-15. 2 años después…