donde tornan fantasmas
a poblar los espacios
que dejaron vacíos
el viento y la penumbra
de las viejas historias.
El abuelo en la silla,
mientras la abuela cuenta…
los silencios hablaban
y el miedo crujía.
Son historias antiguas
contadas por los viejos.
Una guerra cruenta,
siniestros que rodaron
por años y por vidas.
Fueron tiempos pasados
que dejaron un ruido
y las sombras perdidas
de una vieja contienda.
Dicen que somos dos Españas,
que no hablan entre ellas,
dicen que no podemos
iniciar el descanso
que nos deje dormir
en la paz de los justos.
Dicen que nos odiamos,
dicen que somos malos.
Mas yo tan solo veo
unas confusas odas
plenas de luz y llanto,
madres que devoraron
el solaz y la muerte.
Regaremos con paz
las simientes de miedo,
hablaremos después
y quizá escuchemos
el lamento encendido
de quien habla lo mismo.
- M. Toca.
Santander. 24-05-2020. 0,33.