He ganado batallas con los puños cerrados,
golpeando sin tino, con fiereza y con saña;
otras fueron ganadas arañando paredes…
derribando murallas
o arrancando cristales de ventanales viejos.
A veces, también, fui derrotada,
envuelta en oleajes se me llevó la mar
hacia islas desiertas…
arrojada sin armas, cual naufraga extraviada,
perdida la memoria, la paz y la conciencia.
Duras batallas ganadas o perdidas
que fueron bien luchadas.
Hubo veces, no creas, que simplemente hui,
o cerré con más fuerza los ojos
sin ver…o me nublé la vista
con parajes perdidos, con espejismos rotos,
engañando al destino…mintiéndome a la vez
con la gloria y el triunfo que nunca se ha de dar.
Hubo batallas duras, cruentas, aliñadas
con el sudor vertido y la sangre fluyendo…
Otras fueron, simplemente, batallas ganadas
al darme sin más tino, la vuelta
y dejar a la espalda el dolor malquerido.
Hay guerras que se ganan sin haberlas luchado
con solo ignorarlas y volviendo la espalda
aunque en ello se queden, los otros, pensando
que nos han derrotado.
María Toca Cañedo©
Santander-21-02-2022. 18,51