La sombra de tu mano diluye el sol,
que fenece, en la tarde,
acaricia, con lento movimiento,
la pasada cadencia
con que el astro, se retira a su feudo
con lento paso, como si la quietud
pusiera entre ambos, sombras, certezas,
comprensión y un ligero siseo
de tus pasos, que quiebran al andar,
la yerba, que se pliega ante tu presencia
y los arboles mecen su ramaje
con la suave cadencia
que imprime la tarde al decaer;
entretanto, el viento, apaciguado,
susurra al oído su querencia.
La pajarada arrecia con los cantos
de libertad, antes de volar alto
hacia un nido seguro,
donde con calma, esperan
esos certeros días de futuro.
Entonces, tú, te alejas,
te fundes en la sima, te haces aire,
nos dejas con el ansia renovada
de desatinos viejos,
de tanto buscar, la cansina mirada
de la tristura en la nostalgia, arracimada.
Hoy la tarde fue calma,
se respiró la luz, se tornaron capricho
las ternezas del alma.
Hoy, en la yerba,donde reposaba, cual lecho,
solo tú, me acompañabas.
Somo-11-5-15. 19,30. 446 días sin ti pero contigo.