Y si la sonrisa no llega
para caldear tu frente amada,
me uniré a la espuma de mar brava
para ungir tu alma, en la espera
de verte cercano y preparada
para volar donde tú estás
en el amplio mar, difuminado.
En esa certidumbre me acuesto
y me levanto, cada mañana
con la sonrisa, presta,
colgada de mi rostro;
en la mirada,
un rayo de esperanza, preparado.
Moldearé tu cuerpo con cenizas,
las que desprende la fogata
que con el amor sentido,
se abrasa mi piel
y mi corazón, transido de algazara.
El yunque donde forjo el alma
se me caldea con el pensamiento
de tomar tu corazón
entre mis manos, y prenderlo
para siempre, de mi pecho.
Allí se quedará, amplia la alcoba
que prendida de flores y de escarcha
mantendrá la cancela preparada
para que tú salgas o entres
cuando quieras.
Santander-9-10-15, 19,56. 627 días sin ti, pero contigo.