Y son tres meses ya

Hoy hace tan solo tres meses que te fuiste

 dejándonos huérfanos de  amor,

y un vacío eterno en nuestro pecho;

aunque en el recuerdo, florece cada día

tu mirada, tu sonrisa y tu fuerza

como muralla al mundo de tristeza

que nos acecha en cada esquina de la vida.

Te llevaste contigo el dibujo franco

de la sonrisa amable, de tu mano

se fueron los días en que lucía el sol

con la dulce intrascendencia de lo sano.

Marchaste, con paso decidido

como acostumbrabas a caminar diario,

firme, pastueño, con la mirada al frente

trotando a mundos tan lejanos

que, hoy, puedo imaginarte yendo

corriendo a saludar a Gabo

que llegó ayer. Le estrujarás la mano

con tu mirada franca, le dirás primero:

“gracias, maestro, por contarme los cuentos

con los que mi madre mecía nuestro sueño.

Gracias maestro, por derramar palabras

con las que mi madre, soñaba cada día

y a nosotros, a mí y a mi hermano,

nos doraba la infancia con el tierno encanto

 de ser, como no, habitantes de Macondo”.

Te fuiste y hoy nos cuidas cada día

con tu mirada amorosa y cansina,

nos dejas aquí abajo, a que hagamos camino

hasta el día que volvamos a encontrarnos,

allá, donde sabemos que habitas

en paz, alegre, sabiendo que pronto

nos recibirás tendiendo tu mano, compañero.

Santander 18-4 14, 10,11. 89 días sin ti