Sombras se yerguen encima de la calma
Sombras, luciérnagas de ira
Que se despejan al aire de una rima,
sombras se yerguen al filo de la noche
preñadas de rabia, de soledad e ira,
se encrespan al encontrar el día
cuando el sueño, que abraza,
se torna desespero, al abrir los ojos,
y ver que nada es fantasía
que ocurrió y que duele.
Intento despejar esas sombras tardías
buscando palabras, haciendo poesía
mientras ellas, se tejen despacio
como si fueran espuma de los mares,
calmadas, se trasforman en olas
que chocan contra el acantilado
de una vida que rompe y se hace a un lado.
Despierto, abro los ojos,
me encuentro con la penuria amarga
de unos días, que se suceden,
sin el aliento dulce
de tu presencia en ellos.
Se hace dura la vida, aunque me fuerce
a vivir como antes, con cautela
de no volver amarga la mirada
y no tejer nublado el sentimiento,
mas se hace dura la vida.
Hay días que se nubla hasta el aliento,
con esa sombra que achanta
y a veces inunda la memoria
de momentos vividos, de ternuras aciagas
de lo que pudo ser y no se hizo
de lo que pasó y no evitamos
de la vida, que se quebró, tan temprano
que no tuvimos tiempo ni de perdonarnos.
Santander 19-4-14, 20,14, 90 días sin ti
Recibido. Y gracias a ti