Yo, que lloré con tus lágrimas
paseé por los muros que encerraron las almas
de las tú procedes.
Yo, que soñé muchas noches
con el dolor trenzado que los viles
hicieron a tus abuelos.
Yo, que recé las plegarias
que no conocía tan solo porque eran las tuyas
y enhebré las banderas
intentando amparar
las heridas pasadas.
…Yo, que hice tantas cosas
para saber tu historia
y poder entender…
Hoy, me pienso, que has cambiado el papel,
te sumas con denuedo
a una orgía de sangre
y al arbitrio más cruel
ese que te lleva a imitar
al verdugo que antes
apretaba tu cuello.
Hoy eres tú quien somete,
quien apresa, quien golpea
y quien mata.
Hoy, como ayer, como mañana, quizá,
alguien tiene que haber que levante la voz
y grite te grite ¡asesino!
María Toca Cañedo©
Santander-19-10-2023. 21,40
Sobrecogida y triste por ver a las víctimas convertidas en verdugos con saña.