Es tiempo de silencios
de palabras no dichas,
ahogadas en el muro
de la garganta seca,
donde se quedan quietas
las cosas que me callo.
Se ahogan las palabras
en un franco silencio,
selladas con la fuerza
de lo que no se dice
y apenas se describe,
como autentica llama
que prende de mi pecho,
tal que si fuera fuego,
movido por el viento.
El silencio se asusta,
se cubre de esperanza
de que lo que no se nombra,
tal vez desaparezca
y con ello, el olvido,
anide su presencia,
donde todo se calla
y se ahoguen las penas
en la garganta seca del recuerdo.
Santander 19-11-14. 303 días sin ti. 10 meses hoy.
maravillosa novela. El poema, comparte título, pero es más humilde
no soy humilde, María Jesús, solo sé el camino que me falta por recorrer.