En silencio, huyendo de los ruidos
como si fuera orante
envuelta en un vaho
de un incienso latente.
Callada, dejando que la bruma
se amaine y se apacigüen
las voces que ha poco
agitaban el alma.
En silencio, como se hacen siempre,
las cosas importantes,
me hallo en una alcoba
habitada por vestigios
y recuerdos de vida
que andan, en silencio
y me cuentan la historia.
En silencio, como si orara,
a un dios desconocido,
que ni ampara ni cuida
pero siempre acompaña.
En silencio, retirada de mundo
y sus oráculos, de las cosas comunes
que antes me saciaban. En silencio,
como viven las almas
que vuelan y son libres.
En silencio y bien acompañada.
Santander-14-2-2016. 10,48