de mantenerlos guardados en cajitas
me envejecen, se hacen mustios
y no dejan de sorprenderme a cada rato…
Cuando intento sacarlos
responden al envite, con evasivas y con ripios.
Se hacen indolentes, los recuerdos,
a cada rato se fusionan
con entusiasmo con el guano
y se me funden con olvidos y con preces.
A costa de sacarlos de paseo
se me cansaron, de andar en solfa;
me prometen que si los dejo descansar
vendrán de pronto a sorprenderme
me dejarán el beso de la nostalgia
en mi frente. Mientras tanto
…los dejaré quietos, con cariño
porque son míos. Mis recuerdos,
los indolentes y cansados.
María Toca
Santander-18-03-2019. 16,20