Que se los lleve el viento
y los deje muy lejos, entre la sombras
y la vorágine de una nada bien distante…
que se los lleve el aire
y los tire en sierras de tímidos reproches
escondidos entre cantos rodados
de un río despeñado y bravo
que los ahogue raudo en la corriente.
Que los exilie el tiempo
y los deje encerrados
en mazmorras de espanto, laminados
…y que jamás se escapen
de la nube de espanto, calcinados.
Que el huracán más fuerte los asole
y los deje alienados, sin brújula ni tiempo
que los halle. Que se tornen difusos
como olas de espuma troqueladas
por el mar bravío que las abra.
Que no me vuelvan. Que no vuelvan
a mi casa de noche los espantos,
que se diluyan presto, porque los miedos
son tenazas muy fuertes
que mi garganta ahogan
y me dejan sin aire ni simiente
con que plantar el árbol que me avía
y me dejan enrejada entre sollozos
de mi vida trucada y sin aliento.
Por eso… que se los lleve el viento
María Toca
Santander-26-07-2018. 19,09