Me van a perdonar si me retiro,
si no sigo adelante marcando la sonrisa
esculpiendo la mueca de no ha pasado nada
en mi rostro. Me cuesta, saben ustedes.
Me cuesta mantener el tipo en estos tiempos
cuando las sombras se cruzan por la frente
y el pensamiento lo esculpen los fantasmas.
Por eso, hay noches que me recluyo en la casa
me cubro la cabeza con las sábanas
y me quedo muy quieta. Pensando,
sintiendo como gira y torna el desconsuelo
volviéndose contrita la costumbre
y las sombras me avanzan por el cuello
atenazándolo de dudas y de miedo.
Perdonen que hoy no hable
no diga nada, calle, como muerta
deje la poesía y la canción
para otra circunstancia más abierta
cuando solo la costumbre me pese
y no cargue con el peso de la muerte.
Perdonen, que hoy me calle
y no sonría. El tiempo de salirse, está afuera.
Santander-12-8-2016. 23,25.