Me gustaría perderme en unos ojos,
marearme de amor y de palabras
sentir el aire en el rostro, acompañando
tu presencia, liviana, a mi lado.
Sentir la mano que mece un alma
que hasta hace poco yacía atormentada
y hoy, parece, solo parece,
que recobra el latido de la vida
y busca con ansia, compañía.
Sentir el bosque como vibra;
el árbol meciendo sus ramas,
y sus hojas, acolchando mi marcha
por su senda y caminar acompañada.
Abrir el pecho, dejar el grito fuera,
para que entren los sonidos cercanos
de la tarde, con la sutileza
de una sinfonía inacabada.
Dejarme empapar por tus palabras
que a susurros me descubren un mundo,
me enseñan, me divierten, me conmueven
y siento, que aún puede llegar la primavera.
Santander 7-8-15, 17,50. 567 días sin ti, pero contigo.